Objetivo de Desarrollo Sostenible 6
El acceso al agua potable, el saneamiento y la higiene representan la necesidad humana más básica para el cuidado de la salud y el bienestar. Miles de millones de personas no tendrán acceso a estos servicios básicos en 2030 a menos que se cuadrupliquen los avances. El rápido crecimiento de la población, la urbanización y las crecientes necesidades en materia de agua de los sectores agrícola, industrial y energético están provocando un aumento de la demanda de agua.
El ODS 6 busca garantizar la disponibilidad y la gestión sostenible del agua y el saneamiento para todos. Miles de millones de personas siguen sin tener acceso a agua potable, saneamiento e higiene y la escasez de agua es un problema cada vez más grave potenciado por los conflictos y el cambio climático. Además, la contaminación del agua es un desafío considerable que en muchos países afecta tanto a la salud de las personas como al medio ambiente.
Según el último Informe de Evolución publicado por la ONU en 2023, 2.200 millones de personas continúan sin acceso a agua potable de manera segura, entre los que 703 millones no cuentan con un servicio básico de agua. Además, 3.500 millones de personas carecen de saneamiento, de los que 1.500 millones no disponen de servicios básicos de saneamiento. En cuanto a instalaciones, 2.000 millones de personas carecen de una instalación básica para lavarse las manos con agua y jabón en sus hogares, lo que incluye a 653 millones que no disponen de ningún tipo de instalación para algo tan básico como lavarse las manos. Para lograr la cobertura universal en 2030, es necesario triplicar o sextuplicar las tasas actuales de progreso.
Según el Banco Mundial, el saneamiento es crucial para la salud, el crecimiento económico y el medioambiente. Aproximadamente 446.000 niños menores de 5 años mueren debido a enfermedades diarreicas relacionadas con servicios deficientes de agua, saneamiento e higiene, un número que representa el 9 % de los 5,8 millones de muertes de niños menores de 5 años.
Otro de los datos importantes relativos al ODS 6 es el del estrés hídrico —la relación entre el agua dulce extraída y el total de recursos renovables de agua dulce—. A nivel mundial este se mantiene en un nivel seguro del 18,2 % pero las variaciones regionales son muy relevantes. Asia central y meridional experimentan altos niveles de estrés hídrico, superiores al 75 %, y África septentrional se enfrenta a un estrés crítico por la escasez de agua que supera el 100 %. Se calcula que 2.400 millones de personas viven en países con estrés por escasez de agua, de los cuales casi 800 millones se encuentran en países con estrés hídrico alto y crítico.
Revertir esta realidad se ha convertido en un objetivo primordial en el ámbito internacional. Por este motivo, garantizar la disponibilidad y la gestión sostenible del agua y el saneamiento para todos es el ODS 6 de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU, aprobados en septiembre de 2015, como parte de la agenda 2030.