Análisis de agua: ¿en qué consiste y para qué sirve?
¿En qué consiste?
Garantizar la disponibilidad y la gestión sostenible del agua y el saneamiento para todas las personas, es uno de los objetivos de desarrollo sostenible de la Agenda 2030 y uno de los puntos clave para garantizar una sostenibilidad en nuestro planeta.
El agua debe presentar unas características específicas para que sea compatible con la vida y pueda ser consumida por el ser humano. Desgraciadamente su composición química natural puede estar alterada debido a múltiples factores, en especial la contaminación generada por las actividades industriales, actividades agrícolas o ganaderas, así como las ciudades, sus vertidos e incluso la contaminación atmosférica, pueden ser todos ellos focos de contaminación de las aguas.
El agua, al estar en contacto con la tierra en su estado natural, va alimentándose de las materias extrañas que encuentra a su paso. Así, el agua en estado puro, es decir, el agua ‘natural’ que podemos encontrar en medio de la naturaleza, en muchas ocasiones no es apta para el consumo humano, pues el líquido no sólo trae consigo sustancias de la tierra, sino que también adquiere las bacterias de los animales salvajes que beben de ella; por no hablar que, si repasamos el ciclo del agua, por sorprendente que parezca, el agua también bebe de los componentes gaseosos (y contaminados) de la atmósfera.
Estos factores contaminantes hacen que el agua pierda sus propiedades fundamentales que la hacen potable y susceptible de ser consumida. La contaminación de las aguas puede provocar alteraciones en sus parámetros físicos, químicos o biológicos que conviertan el agua en un elemento de riesgo para la salud en caso de ser consumida.
Inevitablemente la única forma de controlar si el agua que consumimos es apta o no, es mediante la realización de un análisis de agua en un laboratorio, en base a unos parámetros que permitan determinar su calidad para el consumo. Mediante el análisis de agua de consumo en laboratorio acreditado, ensayos de parámetros físicos, químicos y biológicos, se puede establecer un diagnóstico sobre el grado de cumplimiento legal para los parámetros sometidos a ensayo.
¿Qué es un análisis de agua y cómo se realiza?
Dicho análisis, es un proceso químico en el que se extrae una buena muestra del líquido a analizar (dependiendo de la extensión del estudio, se puede llegar a necesitar hasta 1,5 litros). A partir de esa muestra, se determinará su calidad.
No obstante, según las Guías para la Calidad del Agua Potable de la Organización Mundial de la Salud, no hay que llevar a cabo un exhaustivo proceso de detección de todos y cada uno de los agentes patógenos, ya que hacerlo requeriría un tiempo excesivamente largo y su procedimiento sería demasiado complejo (OPS, 1988). Por lo cual, es suficiente identificar ciertos microorganismos que son perjudiciales para la higiene y sanidad humana: los llamados indicadores bacterianos de contaminación.
Es fundamental hacer un listado con el porcentaje de la cantidad de estas sustancias, porque comparándolas con los valores estandarizados indicados en la normativa de la calidad del agua, ello nos dará la clave para saber cuán contaminado (o no) está el H2O.