Tratamiento de agua

El agua limpia es una necesidad básica para los seres humanos. Mientras la población humana crece, la demanda de agua también lo hace. Dado que el agua es un recurso finito, el agua utilizada debe ser tratada para servir continuamente a los usos finales.

Aunque muchas regiones suministran agua que cumple con estándares mínimos, casi 2.000 millones de personas en el mundo utilizan agua potable sin tratar o la obtienen de fuentes inseguras o contaminadas. el tratamiento adicional es necesario para garantizar que el agua que llega a nuestros hogares sea segura y saludable para el consumo.

El tratamiento del agua ayuda a eliminar los contaminantes y las sustancias peligrosas del agua, haciéndola limpia y segura para beberla y utilizarla para otros fines. Disponer de sistemas para mejorar la calidad del agua ayuda a intervenir en estas situaciones y a prevenir incidentes causados por el agua insalubre, como enfermedades.

¿En qué consiste la potabilización del agua?

El agua potable es un bien vital escaso. Se estima que tan solo el 0,4 % del agua del planeta es apta para el consumo humano. Por eso, es fundamental invertir en la potabilización del agua, para asegurar que todo el mundo tenga acceso a este recurso vital.

La potabilización del agua es el proceso por el cual se trata el agua para que pueda ser consumida por el ser humano sin que presente un riesgo para su salud. Se refiere tanto para beber como para preparar alimentos.

La potabilización consiste principalmente en eliminar sustancias que resultan tóxicas para las personas, como el cromo, el plomo o el zinc, así como algas, arenas o las bacterias y virus que pueden estar presentes en el agua. En definitiva, eliminar cualquier potencial riesgo para la salud de las personas.